“Gobierno debe declarar estado de alerta nacional”

Aunque hay esfuerzos regionales para paliar la crisis de comida que se avecina en todo el mundo, el gobierno de Nicaragua debería declarar Estado de Alerta Nacional, para promover “la producción de alimentos básicos en diferentes modalidades, considerando lo rural y lo urbano”, consideró el sociólogo Cirilo Otero.

Otero dijo a Informe Pastrán de Nicaragua que ante la carestía alimentaria el país podría “crear o reactivar la Secretaría de la Seguridad Alimentaria que se promovió desde la sociedad civil en 1996 cuando la Cumbre Mundial de la Alimentación en Roma”.
Otra medida sería la de “solicitar y organizar conjuntamente con los banqueros una práctica financiera para destinar el 20% de su cartera de préstamos financieros actuales a la producción de granos básicos y hortalizas más legumbres, junto a esto eliminar la exigencia del Banco Central de Nicaragua de pedir el respaldo obligatorio de los montos al sector agroalimentario que actualmente existe”.
Considera que el Gobierno del Presidente Daniel Ortega debe desencadenar una campaña nacional de información sobre alimentos alternativos, para que la población no sufra de hambre en el momento en que falten realmente los alimentos básicos.
“La campaña debe llevar un contenido de cambio en los hábitos alimentarios y nutricionales de los/las nicaragüenses”, propuso, añadiendo que se debe realizar en unidad con diferentes actores del país.

EN POBREZA SEVERA

El Mapa de la Pobreza en Nicaragua 2008 divulgado en abril, indica que unos 2.2 millones de nicaragüenses viven en pobreza severa con más de tres necesidades básicas insatisfechas, de una población total de 5.4 millones de habitantes, según la agencia IPS.

Siete años atrás el Mapa revelaba que alrededor de 900 mil nicaragüenses vivían en pobreza severa, de un total de 5.1 millones de habitantes.

La inflación fue de 17 por ciento el año pasado, un aumento de 9,4 por ciento en comparación con 2006.

“Y puede empeorar la cosa, si tomamos en cuenta que la recesión de Estados Unidos puede afectar los ingresos de los inmigrantes (nicaragüenses en ese país), que mandan entre 700 y 800 millones de dólares en remesas”, acotó el sociólogo Cirilo Otero.